ESPECIAL DE NAVIDAD 2023

REPORTAJE: Francisco Calderón M.

En este especial de navidad ahondaremos en las distintas tradiciones navideñas, recetas de cocina, villancicos, películas y el origen de la navidad. No te lo pierdas.

LA HISTORIA DEL ÁRBOL DE NAVIDAD.

Los árboles de hoja perenne han sido una decoración estacional esencial desde la antigüedad como parte de las celebraciones paganas del solsticio de verano. Estas plantas decoradas significaban la victoria de la vida y la luz sobre la muerte y la oscuridad.

No obstante, no existe consenso respecto del momento y lugar exactos donde estas tradiciones paganas se expandieron al resto del mundo. Lo que sí se sabe es que los orígenes del árbol navideño moderno se remontan a regiones con abundantes bosques, especialmente en el norte de Europa.

Concretamente, Letonia y Estonia afirman haber sido la cuna del primer árbol de Navidad. En el primero de ellos, la tradición se remonta a 1510, cuando un gremio de mercaderes llamado House of the Black Heads (en español: Casa de las Cabezas Negras) paseó un árbol por la ciudad, lo decoró y después lo quemó. Estonia, por su parte, asegura que existen pruebas de un festival similar organizado por el mismo gremio en su capital, Tallin, en 1441.

No obstante, los historiadores han puesto en duda ambas afirmaciones y, en especial, el hecho de que tales celebraciones estuvieran vinculadas con las fiestas decembrinas.

Los orígenes del árbol de Navidad en Alemania

Es posible que el árbol navideño haya nacido en Alemania. La Enciclopedia Britannica refiere que alrededor del año 723 el misionero inglés San Bonifacio se encontró en ese país con unos paganos que preparaban un sacrificio en un roble dedicado al dios Thor. Bonifacio clavó un hacha en el árbol y, al no ser abatido por su dios, proclamó que una planta de hoja perenne cercana era su «árbol sagrado».

La enciclopedia reconoce que a partir de entonces los árboles de hoja perenne pasaron a formar parte de los ritos cristianos en Alemania. Pero en la Edad Media empezaron a crear «árboles del paraíso» que tenían la intención de representar el Jardín del Edén. En ellos se colgaban manzanas y se exhibían en las casas el 24 de diciembre, durante la fiesta religiosa de Adán y Eva. 

Posteriormente, continúa Britannica, en el siglo XVI Martín Lutero colgó por primera vez velas encendidas en un árbol (las luces eléctricas actuales fueron inventadas en 1882) y las plantas del paraíso evolucionaron hasta convertirse en árboles de Navidad, que se convirtieron en una tradición firmemente establecida en Alemania.

Con la emigración, esta decoración natural se trasladó a otros países, especialmente a Inglaterra. Allí, el príncipe Alberto (de origen alemán) y su esposa, la reina Victoria de Gran Bretaña, popularizaron la tradición entre los británicos. El auge ocurrió luego de que, en 1848, la revista Illustrated London News publicara una ilustración de su familia reunida alrededor de un árbol de Navidad decorado.

Con el tiempo, los colonos introdujeron los árboles de Navidad en Estados Unidos. Al principio la costumbre no fue acogida por sus raíces paganas, pero poco a poco (en especial a finales del siglo XIX) fue ganando popularidad en distintas partes del mundo.

¿Cuál es el origen de los árboles artificiales de Navidad?.

A medida que los árboles navideños se popularizaban por el mundo, la tradición empezó a tener un impacto perjudicial en los bosques, especialmente en Alemania. Como consecuencia, relata la enciclopedia, en la década de 1880 los alemanes empezaron a fabricar árboles artificiales de plumas de ganso.

Con el tiempo, esas plumas fueron sustituidas por otros materiales, hasta que el plástico se impuso como el material más utilizado para los árboles de navidad artificiales.

PAPA NOEL, SANTA CLAUS, SAN NICOLÁS O «VIEJITO PASCUERO».

Para descubrir el origen de Papá Noel, hay que remontarse al siglo III d.C. En la ciudad turca de Patara, nació el obispo cristiano llamado Nicolás de Bari, figura sobre la que se cimenta el personaje actual de Santa Claus y que podemos identificar como el creador de Papa Noel.

Con la temprana muerte de sus padres, el joven Nicolás de Bari repartió todas sus posesiones entre las personas más necesitadas. Además, se abrazó a la religión como medida paliativa al dolor que sentía por el fallecimiento de sus padres. Posteriormente, el joven se convirtió en obispo de Mira, una ciudad situada en Licia, región ubicada en el sudoeste de Asia Menor.

Nicolás de Bari destacaba por su enorme caridad hacia los más necesitados, preocupándose especialmente por los niños, algo que tiene en común con la actual figura de Papá Noel. De hecho, era conocido como episcopus puerorum, es decir, el obispo de los niños.

Nicolás de Bari murió el 6 de diciembre de 345. Al tratarse de una fecha muy cercana a la Navidad, se estableció como el santo y la figura ideal para el reparto de golosinas y regalos a los más pequeños en el Día de Navidad. A partir del siglo VI d.C. se comenzaron a construir una serie de templos en honor a Nicolás de Bari y, en 1087, se trasladaron sus restos mortales a la ciudad de Bari, en Italia.

En el siglo XII, creció la tradición católica de San Nicolás por todo el continente europeo y en el siglo XVII emigrantes de origen holandés exportaron esta costumbre a Estados Unidos. Y así se creó la historia de Papá Noel.

En Estados Unidos, es tradición dejar pasteles caseros y galletas a Papá Noel junto a un vaso de leche, un aspecto similar a lo que ocurre en España con los Reyes Magos de Oriente. El nombre de Santa Claus se creó a partir del nombre de santo alemán Sankt Nikolaus, motivo por el que se llama a Papá Noel «Santa Claus» en la actualidad.

De San Nicolás a Papá Noel

Para saber la historia y el origen de Papá Noel por completo, debes conocer el mito de Santa Claus que surge a raíz de la tradición católica llevada por los emigrantes holandeses a Estados Unidos de San Nicolás. Este Santa Claus americano llegó también en el siglo XIX a Inglaterra y a Francia, lugar en el que se fusionó con Bonhomme Noël, el origen del Papá Noel con un físico similar, pero vestido de blanco con colores dorados.

A finales del siglo XIX, se termina de modelar la historia de Santa Claus que conocemos ahora con un anuncio estadounidense de la empresa Lomen Company. Es en esta producción publicitaria es dónde se termina de resolver cuestiones como «dónde vive Papá Noel» y «qué medio de transporte utiliza» con el fin de dar más consistencia a este personaje navideño.

Es a partir de este anuncio que se populariza la creencia de que Santa Claus vive en el Polo Norte y que, además, utiliza un trineo tirado por renos como el medio de transporte para llegar a todas las casas del mundo en Navidad.

Cuántos años tiene Papá Noel en 2023

Según la historia de Papá Noel, tomando como referencia la fecha de fallecimiento de Nicolás de Bari, el 6 de diciembre de 345, Papá Noel tendría aproximadamente 1678 años. En cambio, si consideramos cuándo se creó el Papá Noel que conocemos actualmente, con la llegada del Santa Claus americano en Europa y su fusión con el Papá Noel francés en el siglo XIX, tendría alrededor de 200 años.

DIA DE REYES, ORIGEN Y TRADICIÓN

El 5 de enero es una noche en la que los corazones infantiles palpitan aceleradamente y cuando cierran los ojos sueñan con ilusión que los Reyes Magos de Oriente les traigan los regalos ansiados. Esperan que la carta que enviaron hace tanto tiempo con el encabezamiento «Queridos Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar» llegue a su destinatario sin problemas. Es tanta la emoción y el nerviosismo de los más pequeños que, en el silencio de la noche, de tanto pensar en ellos, les parece oír el sonido de sus pasos y el roce de sus túnicas de seda por los pasillos.

Pero, ¿sabemos cuál es el origen de los Reyes Magos? La única alusión que tenemos a estos personajes aparece en el Evangelio de San Mateo, en el que se menciona a unos «magos», de quienes no da nombres, ni dice que fueran reyes y ni mucho menos que fueran tres. El Evangelio cuenta que unos magos llegados de Oriente fueron guiados por una estrella para que adorasen al rey de los judíos que acababa de nacer. Al enterarse de esta noticia, Herodes el Grande, que por esa época era el rey de Judea, los mandó llamar para interrogarlos, y les hizo prometer que una vez hallaran al niño se lo comunicarían para que pudiera adorarlo él también. Tras abandonar el palacio y ser guiados por la estrella, los magos encontraron al niño en un establo en Belén, junto a María y José. Tras postrarse ante él y ofrecerle oro, el metal de los reyes; incienso, la ofrenda de los dioses; y mirra, como anuncio de sus futuros padecimientos, fueron advertidos por un ángel de que no volvieran al palacio de Herodes ya que este sólo quería acabar con la vida del niño.

Los evangelios ofrecen muy pocos datos sobre los Reyes Magos; en realidad, la historia sobre los «Magos de Oriente» aparece bien definida en los Evangelios Apócrifos, muy ricos en descripciones sobre estos personajes. En ellos, el término «mago» se ha de interpretar como un sinónimo de astrólogo, un sabio que puede, a través de la lectura de las estrellas, predecir acontecimientos. Quinto Séptimo Tertuliano, padre de la Iglesia en el siglo III, creyó ver una mención a los tres Reyes Magos en el Salmo 72 del Antiguo Testamento, que dice lo siguiente: «Que los reyes de Sabá y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes». El hecho de que fueran tres se vincula tanto a la Santísima Trinidad como al número de regalos que estos personajes llevaron al niño Jesús.

LA EDAD MEDIA PUSO NOMBRE A LOS TRES REYES

A pesar de las respuestas que se puedan encontrar en la biblia, el origen de los Reyes Magos tal como los conocemos en la actualidad tiene su origen en una larga tradición medieval que los «bautizó» con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar.

En España, y gracias a los testimonios escritos y artísticos que se guardan en la Biblioteca Nacional de España, somos testigos del nacimiento de esta leyenda a lo largo de los siglos, en concreto en una de las piezas más excepcionales de la literatura española del sigo XII, el llamado Auto de los Reyes Magos, una obra fundamental en la historia de la literatura española por ser el texto teatral más antiguo que se conserva en lengua castellana. En dicha obra aparecen Melchor, Gaspar y Baltasar, pero no son definidos como «reyes», sino como steleros, es decir, astrólogos.

Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar aparecieron por primera vez en el famoso mosaico del siglo VI en la basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad italiana de Ravena. Según un manuscrito del siglo XIII, se creía que los Magos podían proteger contra la epilepsia, y bastaba con rezar una breve oración al oído de un enfermo pronunciando el nombre de los tres Reyes para curarlo. En algunos puntos de Europa, el día 6 de enero se inscribían sus iniciales, GBM, en todas las puertas de las casas y en los establos para salvaguardar a las personas y a los animales contra el ataque de demonios y brujas.

La adoración de los Reyes fue un motivo pictórico que alcanzó su máximo esplendor durante el RenacimientoGrandes maestros como Masaccio, Fra Angelico, Gozzoli o Botticelli, en Italia; Van der Weyden, Memling, El Bosco y Rubens, en Flandes, y El Greco, Velázquez y otros, en España, recrearon la famosa escena. La imagen era siempre la misma en la tradición cristiana: tres reyes vestidos con áureos trajes y acompañados de exóticos séquitos, arrodillados en un humilde establo de Belén.

UNA FESTIVIDAD LLENA DE TRADICIONES

En la actualidad, la festividad de los Reyes Magos viene cargada de tradiciones como la de la Cabalgata del día 5 de enero, en la que, como antesala de lo que ocurrirá durante la noche, los tres Reyes Magos desfilan en maravillosas carrozas acompañados de sus séquitos. Los Magos reparten caramelos y los pajes de cada rey recogen las cartas de los niños más rezagados.

Otra costumbre de la Noche de Reyes es dejar los zapatos de cada miembro de la familia en el balcón para que Sus Majestades depositen dulces en su interior. Esto tiene su origen en una curiosa leyenda: «dos amigos del niño Jesús, apenados de verle siempre descalzo debido a la pobreza de su familia, quisieron darle sus propios zapatos; pero como eran usados, en un intento de que parecieran nuevos, y para que tuvieran mejor aspecto, los generosos niños se esforzaron en limpiarlos al máximo, así que los lavaron y los dejaron por la noche en el balcón para que se secaran. Al día siguiente, milagrosamente los zapatos aparecieron llenos de regalos y dulces como premio a su buen corazón. Los Reyes Magos habían pasado aquella noche por allí y habían recompensado la bondad de los dos niños».

Tampoco se debe olvidar dejar agua y pan para los camellos, y una copita de licor o un vaso de leche y turrones para que los cansados Reyes recuperen fuerzas. Pero no todos los niños recibirán un regalo por su buen comportamiento. Está establecido que los Reyes dejarán un trozo de carbón a todos los niños que se hayan portado mal durante el año (en la actualidad se deja al niño travieso un trozo de azúcar que imita al carbón).

PAN DE PASCUA

INGREDIENTES.

  •  3 Huevos
  •  1 ½ Taza de azúcar rubia
  •  1 Taza de leche evaporada IDEAL® NESTLÉ®
  •  1 Cucharada de mantequilla
  •  3 Cucharadas de pisco o ron
  •  4 Tazas de harina
  •  2 Cucharaditas de polvos de hornear IMPERIAL®
  •  1½ Cucharadita de canela en polvo
  •  1½ Cucharadita de clavo olor en polvo
  •  1 ½ Cucharadita de nuez moscada
  •  2 Cucharaditas de esencia de pan de pascua
  •  2 Cucharaditas de vainilla
  •  ½ Taza de pasas
  •  ½ Taza de nueces picadas
  •  ½ Taza de frutas confitadas
  •  ½ Taza de almendras

¡A cocinar!

Paso 1

  • 1.  En un bowl con una batidora eléctrica bate las claras a nieve y una vez firmes, reserva. Aparte en otro bowl también con una batidora, bate la mantequilla con la azúcar rubia, hasta quedar cremosa y suave. Luego agrega las yemas, la leche evaporada IDEAL® NESTLE® , y las claras batidas e integra con la ayuda de una espátula con movimientos envolventes y de la misma forma agrega poco a poco los ingredientes secos previamente mezclados entre si como la harina, polvos de hornear, IMPERIAL® NESTLÉ® canela, clavo de olor y nuez moscada.

Paso 2

  • 2.  Continúa agregando las esencias de pan de pascua y de vainilla, y luego agrega todos los frutos secos de una vez y sigue mezclando hasta lograr un batido uniforme, a parte calienta el horno a 180 °C durante 10 minutos.

Paso 3

  • 3.  Dispone la mezcla en 1 o 2 moldes de pan de pascua y decora la superficie con nueces y almendras, hornea durante 1 hora aprox o bien hasta cocer completamente, lo cual puedes comprobar introduciendo una brocheta en su centro y al retirarla salga seca, es porque ha logrado su cocción completa. Deja Enfriar y porciona trozos de 1 dedo de grosor y disfruta.

ORIGEN DEL PAN DE PASCUA.

A pesar que ya es tradición verlo en nuestro país aún no se tiene claro el origen de este pan ya que hay varias historias que hablan de su procedencia. La versión más popular cuenta que durante Navidad los alemanes horneaban un pan muy dulce, aromático y con mazapán llamado Stollen o Christstollen, que significa “Pan de Cristo”. Esto lo hacían parar honrar a los príncipes y a los miembros de la iglesia.

En un comienzo estos  panes se hacían sin leche ni mantequilla porque la iglesia Católica no permitía estos ingredientes durante el adviento. A mediados del siglo XVII, una proclamación papal permitió a los panaderos agregar estos ingredientes.

Otra historia señala que nuestro querido Pan de Pascua proviene del clásico Panettone italiano y su origen se remonta a 1495. Durante el lujoso banquete de Navidad ofrecido por el duque de Milán, un joven cocinero, llamado Toni, ideó un rico pan brioche, relleno de pasas y fruta confitada. Al duque le encantó, y así nació la tradición del “Pane di Toni”.

Más tarde, en 1821, el Panettone se convirtió en un símbolo de libertad en Italia. Las cerezas confitadas rojas y los cítricos de color verde reemplazaron las pasas y las frutas, creando la bandera italiana roja, blanca y verde. 

Sea cual sea el origen de nuestro Pan de Pascua es una preparación que ya está muy inserta en nuestra cultura. Sin embargo, hay que tener en cuenta que generalmente en Chile se prepara el “Queque de Pascua” y no “Pan de Pascua” como la mayoría lo nombra. La diferencia es que el primero no tiene levadura y el segundo sí. Hay algunas panaderías y artesanos que aún hacen el verdadero Pan de Pascua, este es tiene una consistencia más compacta, más parecida a un pan. 

COLA DE MONO

¿COMO PREPARAR EL COLA DE MONO?

ORIGEN DEL «COLA DE MONO»

Existen varias teorías y aquí en ChileanWines te contamos las 3 con más peso.

1.- Una de ellas refiere a unas botellas en las que la bebida habría sido envasada y vendida en sus orígenes. Estas eran botellas de Anis del mono, provenientes de España, muy populares en América, cuya etiqueta mostraba un mono con una larga cola

2.- Otra razón apunta al uso político de la palabra «cola», que alude al candidato que pierde una elección. Tras la elección presidencial de 1901, cuando Pedro Montt fue derrotado por Germán Riesco, los seguidores de este último habrían ido a celebrar la victoria de Riesco y la «cola de Montt» a una heladería en la calle San Pablo. El dueño del local habría servido su especialidad, consistente en agregar aguardiente a los helados de café con leche ya derretidos. La denominación de la bebida, bautizada en la ocasión como «cola de Montt», habría degenerado en «cola de mono».

3.- Y la última que más fuerza tiene está relacionada con el presidente Pedro Montt (1906-1910), apodado El Mono Montt por sus íntimos. Según el historiador Belarmino Torres Vergara, en una ocasión en que el presidente Montt disfrutaba junto con sus amigos de una velada en casa de Filomena Cortés y sus cuatro hijas, habría pedido que le entregaran su pistola Colt al momento de retirarse.

Como llovía torrencialmente, y nadie quería que el presidente se fuera, argumentaron no encontrar el revólver y lo convencieron de continuar la fiesta. Como se habían acabado los vinos y licores, mezclaron aguardiente y azúcar con una jarra de café con leche. La bebida, que tuvo gran éxito, fue bautizada como «Colt de Montt» (haciendo alusión al asunto del revólver), y luego degenerado a «col’e mon», «colemono» y, finalmente, «cola de mono».

VILLANCICOS.

ORÍGENES HUMILDES.

La procedencia de la palabra villancico tiene un origen popular, ya que deriva de la palabra «villa» y a su vez del latín villanus. Sin embargo, y en un principio, el origen de los villancicos no estuvo ligado a la Navidad como tal, sino que estas canciones populares trataban todo tipo de temas cuando comenzaron a popularizarse en España y Portugal durante la Edad Media y el Renacimiento. De hecho, ya el nombre en sí mismo sugiere de qué trataban las canciones que entonaban los «villanos», es decir, las personas de clase humilde que vivían en las villas medievales. Se trataba de composiciones vocales inspiradas en textos de temática rural y que no siempre iban acompañadas de instrumentos. Estos poemas tuvieron un gran éxito y fueron musicalizados por grandes compositores del momento, como el músico y poeta Juan del Encina, el compositor renacentista Mateo Flecha o el compositor y organista Gaspar Fernandes, entre otros. Los villancicos constituían uno de los tres principales géneros de la lírica española popular, junto con las cantigas y las jarchas mozárabes. Al final, una parte muy representativa de los villancicos renacentistas pasó a ser recogida en manuscritos y volúmenes antológicos conocidos como Cancioneros, entre los que destacan el Cancionero General, el de Palacio, el de Linares, el de Medinaceli, el de la Colombina o el de Upsala.

Tal y como explica la filóloga Silvia Iriso en El gran libro de los villancicos, la variedad y asimilación temática favoreció la popularidad de estas canciones, pues «prácticamente cualquier cosa podía ocupar un estribillo: la noticia de la toma de Granada, la nostalgia de la patria…», aunque el tópico amoroso siguió siendo el más prolífico durante todo el siglo XVI. Iriso cuenta en su libro que la iglesia vio en el villancico una fórmula perfecta para difundir y propagar su mensaje. Además de componer algunos villancicos inspirados en la figura de Jesucristo o de la Virgen, se extendió también el recurso de sustituir la letra profana por una sagrada con la indicación de «cántese al son de» o «al tono de», seguido del título de algún famoso villancico de la época. El éxito de esta nueva modalidad llevó a la jerarquía eclesiástica a oficializarla y a permitir que los villancicos de temática religiosa se fueran interpretando poco a poco en las iglesias como parte de la liturgia.

LOS VILLANCICOS Y LA NAVIDAD.

Los villancicos fueron formando parte cada vez más de las festividades religiosas, siendo la Navidad la celebración en la que esas composiciones se hicieron más populares. A lo largo de los siglos XVII y XVIII, los villancicos alcanzaron una gran sofisticación musical. En ellos se llegaron a incluir coros, solistas e incluso representaciones escénicas, con lo que algunos llegaron a convertirse en pequeñas piezas teatrales. Con el tiempo, los religiosos más puristas comenzaron a repudiar la teatralidad y el carácter de los villancicos porque, como decía el sacerdote y teórico Pietro Cerone, «distraían a los oyentes de la devoción». A finales del siglo XVIII, los antiguos villancicos fueron poco a poco fundiéndose con otros géneros, como la tonadilla, y mucho más tarde con la zarzuela.

Además de los villancicos más tradicionales, por todos conocidos, hay villancicos regionales que son más populares en su lugar de origen. Por ejemplo, en Galicia cantan Bo Nadal y Alá Polá Noite entre otros, y en Euskadi Gabonak Gabon y Autxo Porito. En Cataluña se entona la Santa Nit y el Rabadá; en Andalucía cantan algunos tan divertidos como Corre, corre al portalico y ¡Alepun!. De Madrid es originaria la famosa Marimorena, y en Valencia se canta un villancico muy conocido por mayores y pequeños llamado Los Pastorets i Pastoretes. También podemos destacar algunos tan entrañables como en A Belén tocan a fuego, popular en Castilla y León, o Los pastores de Extremadura, el villancico extremeño por excelencia. Tampoco podemos olvidar el famoso Ay del chiquirritín, cuyo origen es navarro, ni los tan conocidos Ya vienen los Reyes de Aragón o Hacia Belén va una burra típico de Castilla-La Mancha. Y en este breve repaso del cancionero popular navideño no puede faltar el popular Dime Niño, de Murcia, y el entrañable Una sobre el mismo mar, de origen canario.

VILLANCICOS POR EL MUNDO

Pero no sólo en Chile se cantan canciones para celebrar la Navidad. En otras regiones del mundo, a este tipo de composiciones se las conoce con diversos nombres:  Koleda en Bulgaria y Polonia, Pastorali en Italia, Weihnachtslieder en Alemania, Christmas Carols en los países de habla inglesa, Agüinado en Venezuela o Posadas en México y Centroamérica. El villancico más conocido y que todo el mundo ha cantado al menos una vez en su vida es Stille nacht, heilige nacht, nombre original del famoso Noche de paz.

ORIGEN DE «NOCHE DE PAZ»

Esta bella pieza tiene su origen en la casualidad, pues fue creada por un sacerdote austríaco que se encontró en la tesitura de tener que componer una canción que se pudiera interpretar sin el acompañamiento del órgano de la iglesia, pues éste se había estropeado. Así que para la misa del gallo de 1818 compuso Noche de paz, un villancico que ya se ha traducido a 330 idiomas. Otra canción navideña de gran éxito y conocida en todo el mundo es el célebre Jingle Bells estadounidense.

CANCIONES NAVIDEÑAS EN LA MÚSICA POP.

PELICULAS DE CINE NAVIDEÑAS.

MI POBRE ANGELITO (HOME ALONE)

MILAGRO EN LA CALLE 34.

EL GRINCH

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