REPORTAJE: Francisco Calderón M.
La historia de la educación pública en Chile ha estado marcada por transformaciones significativas a lo largo de los siglos XIX, XX y XXI. Este proceso ha sido clave para el desarrollo del país, reflejando tensiones sociales, políticas y económicas que influyeron en su configuración.

Los Inicios: Fundamentos de la Educación en la Colonia y la Independencia (1810-1830)
Durante la época colonial, la educación en Chile estaba en manos de instituciones religiosas, como las órdenes jesuitas y franciscanas, quienes administraban las primeras escuelas destinadas a las élites criollas. La enseñanza se centraba en materias básicas, lectura de textos religiosos, y algunos conocimientos en latín y filosofía.
Con la independencia en 1818, surgió la necesidad de establecer un sistema educativo que formara a los ciudadanos del nuevo país. Las primeras décadas del siglo XIX fueron caóticas en términos educativos, ya que la educación seguía siendo principalmente privada, orientada a las clases altas, y no existía un sistema estatal consolidado.
Primeras Escuelas de Carácter Público
Uno de los primeros intentos para expandir la educación fue la creación de la Escuela Militar en 1817 y la Escuela Nacional de Artes y Oficios en 1849, destinada a formar a jóvenes en oficios técnicos. Se establecieron además instituciones educativas para niñas, como el Colegio Santa Teresa, aunque su acceso era muy limitado.
La Consolidación de la Educación Pública (1833-1900)
Ley de Instrucción Primaria de 1860 y el Proyecto Educativo de Manuel Montt
Con el auge del pensamiento liberal, la educación comenzó a considerarse un asunto de interés público. En 1860, bajo el gobierno de Manuel Montt, se promulgó la Ley de Instrucción Primaria, que estableció la obligatoriedad de la educación básica. Sin embargo, a pesar de este avance legislativo, el desafío de implementar la ley era enorme: faltaban recursos, profesores capacitados, y la infraestructura adecuada.
Montt promovió la creación de más escuelas normales para la formación de docentes, una de las bases para profesionalizar la enseñanza en el país. La fundación de la Universidad de Chile en 1842, liderada por el venezolano Andrés Bello, fue un hito que permitió estructurar y expandir la educación superior, con un enfoque en formar profesionales que lideraran el desarrollo nacional.
Desigualdades y Exclusión en la Educación
Aunque las leyes establecían la obligatoriedad de la educación, la realidad era que la gran mayoría de los niños, especialmente en zonas rurales, no asistía a la escuela. El sistema educativo seguía siendo elitista, centrado en las ciudades y para las clases acomodadas. Esto dejó a las comunidades rurales, indígenas y los sectores más pobres sin acceso a una educación de calidad.
Siglo XX: Reforma y Expansión (1900-1973)
Ley de Instrucción Primaria Obligatoria de 1920: Un Cambio Decisivo
A principios del siglo XX, la situación cambió de manera más significativa. En 1920, se aprobó la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria, un hito histórico que estableció que todos los niños entre 7 y 15 años debían asistir a la escuela, y que el Estado debía proveer los recursos necesarios para hacerlo posible. Esta ley no solo reflejaba el reconocimiento de la educación como un derecho, sino también como un deber del Estado para con sus ciudadanos.
Este período también se caracterizó por el establecimiento de escuelas nocturnas para adultos que no habían podido acceder a la educación durante su infancia, una iniciativa que ayudó a reducir el analfabetismo en el país.
La Educación Técnica y Profesional: Respuesta a las Necesidades Industriales
Con la creciente industrialización de Chile, el Estado reconoció la necesidad de formar una mano de obra calificada. Esto llevó a la creación de más escuelas técnicas y profesionales, fomentando programas que enseñaran habilidades prácticas y oficios específicos. A partir de la década de 1930, los gobiernos radicales de Pedro Aguirre Cerda y otros líderes del Frente Popular impulsaron una educación técnica para responder a la demanda de trabajadores en sectores como la minería, la agricultura y la industria.
Durante este tiempo, también se hizo un esfuerzo por expandir la educación rural, aunque de forma desigual. Se establecieron internados y escuelas rurales, pero el acceso seguía siendo limitado.
Reformas y Contrarreformas: La Educación Durante y Después del Gobierno de Allende (1970-1990)
La Reforma Educacional de la Unidad Popular
El gobierno de Salvador Allende (1970-1973) implementó una reforma educativa ambiciosa y progresista que buscaba democratizar la educación y hacerla accesible para todos los sectores de la sociedad. Se crearon programas de alfabetización masiva, se promovió la educación técnica y se ampliaron las becas para estudiantes universitarios. La idea era que la educación debía ser un derecho universal y no un privilegio.
La Reforma de Allende también promovía una pedagogía crítica y participativa, fomentando el pensamiento crítico en los estudiantes. Sin embargo, el golpe de Estado en 1973 puso fin a estos esfuerzos, marcando el inicio de una era de privatización y descentralización del sistema educativo.
Privatización y Desigualdad.
Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), se llevó a cabo una profunda transformación del sistema educativo que cambió radicalmente la estructura establecida. En 1981, el gobierno militar implementó la municipalización de la educación, transfiriendo la administración de las escuelas públicas a los municipios y fomentando la creación de escuelas particulares subvencionadas, financiadas parcialmente por el Estado pero operadas por privados.
Esta política de privatización y subsidio a la educación privada resultó en la segmentación del sistema educativo, creando diferencias notables en la calidad de la educación según el nivel socioeconómico de los estudiantes. Las escuelas particulares subvencionadas podían seleccionar estudiantes y exigir pagos adicionales, mientras que las escuelas municipales, en muchos casos, carecían de los recursos necesarios para competir.
La Educación en Democracia: Movilizaciones y Reformas (1990-Presente)
Reconstrucción Democrática y Desafíos Persistentes (1990-2010)
Con el regreso a la democracia en 1990, los gobiernos de la Concertación se centraron en mejorar la calidad educativa, invirtiendo en infraestructura, capacitación docente y recursos educativos. Se establecieron programas para reducir el analfabetismo y se promovió la educación preescolar.
A pesar de los esfuerzos, las desigualdades estructurales persistieron. Las políticas de mercado implementadas durante la dictadura no se revertieron, y la educación seguía siendo una fuente de desigualdad en la sociedad chilena. La creciente frustración por la calidad y el costo de la educación llevó a las protestas estudiantiles de 2006 y 2011, conocidas como las movilizaciones de los «pingüinos» y el «Movimiento Estudiantil».
Las Grandes Reformas del Siglo XXI: Inclusión y Gratitud
La presión social llevó a la aprobación de la Ley de Inclusión Escolar en 2015, que prohibió el lucro, la selección y el copago en las escuelas particulares subvencionadas. Esta ley intentó igualar el acceso a la educación y fortalecer el sistema público, pero su implementación ha sido difícil y no ha eliminado por completo las disparidades.
En la educación superior, se implementó la gratuidad para estudiantes de menores ingresos, un cambio significativo que abrió las puertas de las universidades a miles de jóvenes que antes no podían pagar por estudiar.
¿CUÁL ES LA DEUDA HISTÓRICA DE LOS PROFESORES?
La deuda histórica de los profesores en Chile se refiere a una problemática surgida a partir de la municipalización del sistema educativo durante la dictadura militar de Augusto Pinochet, específicamente en 1981. Esta deuda se originó debido a la no traspaso de mejoras salariales a los docentes que trabajaban en escuelas públicas cuando la administración de estas pasó del Ministerio de Educación (Mineduc) a las municipalidades.
Contexto y Origen de la Deuda Histórica
Antes de 1981, los profesores que trabajaban en escuelas públicas eran empleados del Estado, bajo la administración directa del Ministerio de Educación. Durante este periodo, existía un estatuto docente que regulaba sus sueldos y beneficios, el cual contemplaba reajustes periódicos para mejorar sus condiciones salariales.
En 1981, la dictadura militar implementó una política de descentralización educativa, trasladando la gestión de las escuelas públicas a las municipalidades en un proceso conocido como «municipalización». Como parte de esta reforma, los profesores pasaron a ser empleados de los municipios, dejando de estar bajo la tutela directa del Ministerio de Educación.
El Problema del Reajuste Salarial
Antes de la municipalización, había un reajuste salarial aprobado en 1980 que debía aplicarse a todos los profesores del sector público. Sin embargo, cuando se implementó la nueva política de administración municipal, muchos docentes no recibieron estos beneficios, ya que el reajuste no se traspasó de forma correcta a los municipios. Esto provocó que los profesores que trabajaban en escuelas que se municipalizaron quedaran con sueldos más bajos de lo que les correspondía según la legislación previa, generando así la «deuda histórica».
Consecuencias para los Profesores
La falta de traspaso de estos reajustes afectó de manera significativa las remuneraciones, pensiones y beneficios de miles de docentes a lo largo del país. Con el paso de los años, esto se convirtió en una demanda histórica que ha sido motivo de movilizaciones y protestas por parte del gremio de profesores.
Muchos profesores que se jubilaron tras la municipalización vieron que sus pensiones eran notablemente más bajas de lo que deberían haber sido si hubieran recibido los reajustes adecuados. Esto creó una situación de precariedad económica para quienes dedicaron su vida a la enseñanza, especialmente porque se trataba de docentes que ejercieron en las décadas de 1980 y 1990.
Demandas y Movilizaciones
Desde los años 80 hasta la fecha, la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM) y el Colegio de Profesores han llevado adelante diversas acciones para exigir al Estado el pago de la deuda histórica, argumentando que los profesores fueron perjudicados injustamente por una decisión administrativa durante el régimen militar.
A lo largo de los años, los gobiernos democráticos han reconocido la existencia de la deuda histórica, pero no han logrado resolver el problema de manera definitiva. Se han creado diversas comisiones para analizar el tema y proponer soluciones, pero ninguna ha derivado en un pago integral que satisfaga las demandas de los afectados.
Intentos de Solución: Reconocimientos e Indemnizaciones
A lo largo de los años, diferentes gobiernos han abordado el tema con propuestas para compensar a los docentes afectados:
Gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006): Se reconoció públicamente la existencia de la deuda histórica, pero se argumentó que el Estado no tenía los recursos para cubrirla de inmediato. En su mandato, se establecieron algunas políticas de mejora salarial y programas de retiro para los docentes, pero no se solucionó el problema de fondo.
Gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018): Se realizaron estudios y se propuso un sistema de indemnización parcial para algunos docentes que se retiraron del sistema, pero esta medida no abarcó a todos los afectados. También se prometió que se seguiría trabajando en una solución integral.
Gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022): Aunque hubo esfuerzos para dialogar con el gremio docente, las soluciones propuestas no lograron concretarse en políticas que compensaran totalmente la deuda. Durante su segundo mandato, hubo mesas de trabajo para buscar alternativas, pero no se llegó a un acuerdo.
Actualmente, la reparación de la deuda histórica se encuentra en proyecto el cual será ingresado en el mes de Noviembre al congreso para realizar una leyen torno a este tema, siendo definido antes por una consulta en el Colegio de Profesores.
PELÍCULA «LA DEUDA».
Dirigida por el director de cine, Juan Carlos Mege, la cinta retrata el caso de 3 profesores afectados por la deuda histórica, los cuales han vivido en precariedades económicas por tener una baja pensión a pesar de los años que han impuesto y que trabajaron haciendo clases.
La película LA DEUDA, la última producción del reconocido realizador nacional e internacional Juan Carlos Mege, originario de la Región del Biobío, se presentará el martes 15 de octubre a las 16 hrs, en el Teatro de la Universidad de Concepción.
Basada en hechos reales, el film aborda el perjuicio salarial que sufrieron miles de profesoras y profesores de escuelas públicas durante la dictadura, cuando la administración de los establecimientos fue traspasada desde el Estado a las municipalidades, manteniéndose impaga desde hace cuatro décadas. Este largometraje de ficción, a través de una narrativa intensa y emotiva, revela las complejidades que deben enfrentar sus personajes, intentando mantener la dignidad.
Cuenta con la actuación de actrices y actores de larga trayectoria, como Grimanesa Jiménez, quein falleció hace un año y en esta película podremos ver su última actuación en el cine; Alejandro Goic, Belén Richard, Carola Jérez y Juan Cristóbal Pulido. Junto a ellos, participan profesores/as jubilados, afectados directamente por la llamada Deuda Histórica,
Las locaciones del filme se sitúan en Concepción, Talcahuano, Lota, Santiago y Valparaíso.
Ficha técnica.
Dirección: Juan Carlos Mege
Guión: Felipe Laredo y Juan Carlos Mege
Producción: Pulso films SPA
Dirección de fotografía: Camilo Echegoyen
Dirección de arte: Beatriz Vargas Molina
Sonido: Patricio Olmedo Oneto
Postproducción color: Claudio Aguilar
Música : Colombina Parra
Postproducción de Sonido: Cata Gómez
Distribuye : Pulso Films producciones

Este martes 15 de Octubre se realizará la Avant Premiere a las 15:30 hrs. en el Teatro Universidad de Concepción, en la ciudad de Concepción y posteriormente se darán más funciones en Valparaiso y Santiago.
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